Divorcio

1.- Los padres son quienes deben informar a sus hijos de la separación que han decidido. Por muy cercana que sea la relación con otras personas, no se debe delegar esta responsabilidad. Se debe buscar espacios tales como: experiencias de amigos, programas, pelí­culas, etc. para abordar el tema y así­ lograr que todo el sistema familiar se involucre.

2.- Jamás confundir el proceso de duelo que viven los adultos con el de los hijos. Debemos evitar compartir confusiones con nuestros hijos que los podrí­a ubicar en un rol que no les corresponde.

3.- Es importante dejar un tiempo entre el momento en que se le da la noticia a los hijos y el momento en que uno de los padres sale del hogar, este es un periodo de mucha importancia, igual como cuando alguien muere, es necesario hacer preguntas, llorar, enojarse y prepararse para la partida. Lo peor es una despedida súbita.

4.- Mucha atención con el sentimiento de culpa que por lo general se presenta en los hijos, explí­queles que es una decisión de adultos y que ellos no tienen ninguna responsabilidad. Deje claro que siempre serán una familia, que existirá el amor entre ustedes, que la pareja dejo de amarse como esposos pero se mantendrá la comunicación y el respeto por siempre.

5.- Evitar a toda costa hablar mal del otro. Ser desleal causa mucha desconfianza en los hijos y finalmente se sienten manipulados.

6.- No hace falte expresar toda la angustia, el dolor, el enojo frente a sus hijos. Tampoco caer en el opuesto que es negar toda emoción.

7.- Si es una separación con ví­as a tener un arreglo, así­ hay que comunicarlo. Nunca aseguren reconciliación, participen que se hará un esfuerzo. Dejen claras sus decisiones y no den falsas expectativas.

8.- Den la noticia a familiares y amigos. Busquen apoyo en los maestros y psicólogos del plantel de sus hijos.

9.- Mucho cuidado con las manipulaciones. En ocasiones los hijos aprovechan la situación para romper reglas y de esta forma alterar el sistema familiar.

10.- Cuiden que nadie se victimice por lo que está viviendo. Todos tenemos derecho a estar tristes, enojados, deprimididos durante el duelo del divorcio, pero no significa que hay que terminar con la salud mental.

11.- Ningún hijo debe ocupar el rol del padre ausente en casa. Los hijos necesitan vivir su rol de hijos, de acuerdo a su edad y experiencia.

12.- El proceso de duelo del divorcio conlleva muchos sentimientos y pensamientos difí­ciles que no podemos evitar. Ayudará a todos a recodar los momentos agradables y hablar con esperanza del futuro.