“ La Clave de la Felicidad”

Constantemente me encuentro con personas que se siente infelices, desmotivadas, y sin ánimo, lo que me lleva a reflexionar sobre qué es lo que está sucediendo en el mundo? que a pesar de tener tanto acceso a la información a través de la tecnologí­a y con las múltiples comodidades actuales,  no logran sentir armoní­a en sus vidas.

Noto que llevamos una carrera vertiginosa y competitiva en la vida de pareja, la que casi no nos permite disfrutar de la compañí­a del ser amado sin fijarnos en múltiples exigencias materiales o en las debilidades de la persona, dejando muy poco espacio libre para ser feliz; lo mismo se aplica a los hijos, los criamos apurados esperando que crezcan y cuando crecen continuamos esperando que nos complazcan en nuestras aspiraciones caso contrario libramos extensas batallas con ellos, pero ojo no batallas en pro de la consecución de valores inmortales como: la honestidad, el respeto, la espiritualidad, sino luchas eternas por conseguir o que alcancen nuestros incumplidos sueños o que entren en el modelo del éxito actual ( dinero, belleza , etc.). Y ni hablar de lo laboral , la competencia desleal, las rivalidades y celos hacen que muchas personas solo trabajen para vivir , nada más.

Hay un proverbio oriental que reza: “Si tiene remedio, porque te quejas? Y si no lo tiene, por que te quejas?, gastamos mucho tiempo de nuestro vida intentando cambiar a las personas de nuestro entorno y a las situaciones que nos incomodan, olvidando las palabras paciencia y tino, con las que podemos abordar las dificultades sin daños a terceros y lo más grave aún es olvidar que nosotros mismos somos los generadores del cambio, si creamos actitudes constructivas y renovadoras en nuestro diario vivir es muy probable que lo que tanto nos genera conflicto vaya desapareciendo poco a poco quizás motivado por abandonar obsesiones o por quitarle protagonismo a lo que nos desagrada y centrándonos más en lo que nos hace feliz.

La cultura de la “queja” suele desahogar pero jamás resolver, salgamos de ese estilo y trabajemos con lo único cierto que tenemos que es el presente, apliquemos todas las expectativas con nuestra propia vida, fijémonos metas para ser los mejores hijos, padres, esposos-as, trabajadores, estudiantes, etc. Y veremos como el panorama se transforma ante nuestros propios ojos.