¿Eres amigo de tus hijos adultos?

Queridos lectores después de pasar unos dí­as de playa con el clan familiar, decidí­ escribir sobre las relaciones de los padres con los hijos adultos.
¿Cuánto tiempo se deberí­a pasar con ellos?, ¿Cuánta información personal se deberí­a compartir?, ¿Qué batallas se deberí­a librar y cuándo serí­a mejor no participar?.

Una buena relación con los hijos ya crecidos puede tener sus dificultades. Los padres podemos caer en la tentación de ofrecerles consejos que ellos no piden y los hijos adultos podrí­an mostrarse incómodos.

Los hijos adultos necesitan un tipo de intimidad diferente a la que tení­an cuando eran pequeños. Necesitan apoyo emocional para desenvolverse en la vida y que sus padres valoren la capacidad de sus hijos de resolver sus asuntos, aun si hay reveses o contratiempos en el camino.

1. Acata lí­mites respetuosos
Para los hijos proteger su privacidad es una parte esencial del proceso de desarrollar una identidad independiente, adquirir confianza en su capacidad de tomar decisiones y aprender a defenderse solos. Es necesario comprender que la necesidad de distanciarse es apropiada para esta fase de su vida.

2. Escucha más de lo que hablas
Es mejor dialogar con los hijos y que ellos se encarguen de resolver sus dilemas, excepto si existe alguna conducta peligrosa, ahí­ toca abordarla frontalmente.

3. Participa en actividades que les guste hacer.

Compartir con los hijos adultos requiere cierta creatividad, es de gran utilidad los deportes al aire libre, la música, el karaoke, o cualquier actividad que los alegre.


4. Establece reglas sobre cómo discrepar.
Los encuentros con los hijos adultos nos pueden llevar a tener discrepancias, siempre será bueno recordar que podemos opinar diferente dentro de un marco de respeto.

5. Abre las puertas a la pareja de tu hijo
A menos que observes un comportamiento verdaderamente perturbador, haz lo posible por aceptar a la persona que quiere tu hijo.