Es muy importante que en el núcleo familiar se refuerce la autoestima, aceptarnos tal cual somos.

Queridos lectores, escucho con frecuencia a jóvenes que se sienten muy descontentos con su apariencia fí­sica, sus edades oscilan entre los 18 y 36 años. Los padres, amigos o pareja se preocupan porque la inconformidad que tienen no los deja disfrutar la vida a plenitud; siempre están comparándose con otros, y a pesar de haberse realizado ya algunos tratamientos cosméticos, nada les resulta suficiente.

Cuando les pregunto por qué no disfrutan de su juventud, de la lozaní­a de su piel, la respuesta que recibo es que no se sienten bien con su cara o con su cuerpo, que es mejor “perfeccionarse”. Entiendo que hoy, con el furor de las redes sociales, los jóvenes están constantemente expuestos a imágenes que muestran perfección, belleza, éxito, entre otros, y que eso los motiva. Estoy de acuerdo con que recurran a un profesional competente de la cirugí­a plástica cuando la situación lo amerita.

Hay que estar, sin embargo, atentos a ciertas señales inusuales en la conducta que pueden ser un sí­ntoma de dismorfia corporal, que es un trastorno relacionado con la percepción que una persona tiene de su propia imagen fí­sica, y que hace que se sientan obsesionados por alguna imperfección que puede ser real, pero la exageran.

Las personas suelen obsesionarse con sus caracterí­sticas faciales: nariz, ojos, cabello, barbilla, mejillas, piel, labios, orejas. íreas particulares del cuerpo: pechos o genitales. Perciben que el cuerpo tiene algunas áreas asimétricas.

Llevan a cabo conductas compulsivas, las más comunes son pasar por el quirófano frecuentemente, tomar medicación para adelgazar, trastornos alimentarios.

En esos casos, la solución no se alcanza con la cirugí­a estética.

Es muy importante que en el núcleo familiar se refuerce la autoestima, aceptarnos tal cual somos, fí­sica e internamente, y saber que seremos queridos siempre. Esto proporciona seguridad en uno mismo y equilibrio emocional.

Si conoce a alguien que pasa por esta situación, ayúdelo a comprender la diferencia entre el deseo de lucir mejor y una obsesión. ¡Espero sus comentarios!