Sonnia Navas Gafter

12 de junio, 2021

El enojo puede controlarse, como cualquier otra emoción. 

En tiempos de pandemia, el control de las emociones se ha visto trastocado por diversos motivos, entre otros: los problemas económicos, el confinamiento, las dificultades familiares y lo más fuerte, la incertidumbre. La razón de este artí­culo es buscar la forma de controlar la ira y el enojo que causan muchos problemas y pueden llegar a destruir las relaciones de las personas.

¿Qué es el enojo? El enojo es un estado emocional que varí­a en intensidad. Puede presentarse como un disgusto pasajero o llevarlo a un estado de ira extrema.

Cuando usted se enoja, su sistema fisiológico sufre alteraciones, su frecuencia cardí­aca, presión arterial se elevan, lo mismo sucede con su nivel de hormonas de energí­a, adrenalina y noradrenalina.

Las causas que originan el enojo pueden ser diversas: por sentirse irrespetado, por contener las emociones, por indisciplina, poca comunicación, por manipulación afectiva, entre otros.

¿Cómo expresar el enojo?

La forma natural e instintiva de expresar el enojo es responder de manera agresiva. Se generan emociones intensas y conductas que nos permiten luchar y defendernos cuando nos sentimos atacados.

Sin embargo, no podemos atacar fí­sica o psicológicamente a cada persona que nos provoca ira o enojo. Muchas personas justifican su conducta alegando que “no pueden controlarse”, sin embargo, esto es una excusa cómoda para no modificar sus emociones. A continuación describiré la forma en que podemos controlarlo.

Técnicas para controlar la ira y el enojo:

  1. Expresar: Expresar sus sentimientos de enojo con firmeza pero sin agresividad, ser firme es poder comunicarse claro y poner en palabras lo que lo irrita.
  2. Reprimir: Contenga su enojo, si algo le ha generado mucha ira convierta esta situación en una conducta constructiva, busque salir a dar un paseo, ponga música, salga a caminar, en definitiva, aléjese por un momento hasta que se calme.
  3. Calmar: No deje el enojo dentro de sí­, recuerde que guardar estas emociones suele generar problemas de salud cómo hipertensión arterial, jaquecas, taquicardia. Baje el ritmo cardiaco, deje que las emociones se calmen.

¿Dónde se origina este descontrol? Baja tolerancia a la frustración. Patrones de conductas aprendidas  y que se repiten como parte de la interacción familiar como: insultos, gritos, ofensas, maltrato psicológico y fí­sico. Escasa o nula comunicación emocional en los hogares.